ESTRATEGIA. Conservan el fardo para venderlo a un excelente precio de mercado. Experiencia piloto en la zona de riego de engorde vacuno con alfalfa.
Mientras los hombres del campo siguen en las rutas, hay una buena para el sector. Se trata del rendimiento de la alfalfa en la zona de riego y ronda entre los 500 y 700 fardos/ha/año; en Colonia Dora, departamento Avellaneda, está en 400 fardos/ha/año. Pero la superficie del cultivo se está recuperando, dice Héctor Lipshitz, técnico del PSA, porque mejoraron los precios en referencia hace un año y medio atrás. El fardo de 20 kilos cuesta entre 8 y 10 pesos y en Avellaneda, 15 pesos. La actividad está en alza, sostienen los técnicos del Programa Social Agropecuario.
La cuenta es elocuente. El crédito de retensión del fardo en 2007/08, el pequeño productor no vendió por el bajo precio y, a veces, cuando está obligado a comercializar para vivir. El PSA lo ayuda con $4 por fardo hasta 400 unidades. Cuando el organismo certifica el deposito, se le otorga $1600. Entonces, la cuenta es clara: “Cuando se pidió un crédito en diciembre último, el fardo estaba en $5. El productor guardó y obtuvo por el PSA $1600. Ahora vende los 400 fardos y gana $4000, ya que la unidad está en $10. Devuelve 1600 y el resto es su ganancia”, explica Lipshitz.
El origen de los fondos para la oferta de créditos y subsidios son por un lado del PSA, ya sea por el recupero local o la devolución de los créditos. Por otro lado, el organismo mantiene un convenio que firmó con el Gobierno provincial.
Según el ingeniero agrónomo Héctor Lipshitz, todos los años el organismo nacional define un presupuesto de corto y largo plazo, y de capital de inversión. “En cuanto al corto lapso, este semestre se destina para la línea de alfalfa, tiene un plazo de un año y a una tasa del 6% anual. El destinatario es un pequeño productor y como máximo debe tener tres hectáreas, o sea se le otorga $500 por parcela, con un total de $1500”, indica.
Sin embargo, en Santiago del Estero hay una vieja tradición en sembrar alfalfa. El ciclo del cultivo va desde marzo hasta mayo. Por eso la línea de crédito del PSA está dirigida a los productores de la zona de riego con alfalfa de corte y no de pastura. “La demanda es en Robles, Banda, Loreto y Silípica. En el departamento Avellaneda, las localidades de Colonia Dora, Icaño, Real Sayana. En Pellegrini, la ciudad cabecera de Nueva Esperanza. Atendimos en 2007 a 700 familias, en este año atenderemos a 900; sin embargo, a esta altura del año, ya entregamos ayuda económica a 300 beneficiarios”.
Atención integral
Lipshitz sostiene que desde el PSA la misión del organismo es atender en forma integral al pequeño productor. “En verano damos un crédito de retención del fardo, cuando baja el precio el productor no vende mal su producto. La ayuda económica permite el progreso del pequeño agricultor. Es un ejemplo de la economía social, le compramos al mismo productor para defender mejor su producción. Este es el sentido del crédito”, destaca.
El PSA trabaja en la cadena de valor de los pequeños productores, para que no formen parte de un eslabón de los grandes. “El sentido es que se fortalezca la cadena de producción, comercialización, acopio y tecnología del cultivo. Todos los créditos están asociados a la asistencia técnica y la capacitación”, resalta Lipshitz.
Por otro lado, existe un plan piloto para formar una usina láctea. Para Lipshitz, en la área de riego se trabajó con el engorde de ganado vacuno, ya que se utilizó el excedente de los cortes de la alfalfa no comercializada. La experiencia fue en Fernández y Colonia Simbolar, en 8 grupos de 50 productores. Y finaliza: “Es estratégico. Pueden trabajar la conversión de la leche verde (alfalfa) a leche vacuna. En el futuro, se formará una buena cuenca lechera en la zona”.
Mientras los hombres del campo siguen en las rutas, hay una buena para el sector. Se trata del rendimiento de la alfalfa en la zona de riego y ronda entre los 500 y 700 fardos/ha/año; en Colonia Dora, departamento Avellaneda, está en 400 fardos/ha/año. Pero la superficie del cultivo se está recuperando, dice Héctor Lipshitz, técnico del PSA, porque mejoraron los precios en referencia hace un año y medio atrás. El fardo de 20 kilos cuesta entre 8 y 10 pesos y en Avellaneda, 15 pesos. La actividad está en alza, sostienen los técnicos del Programa Social Agropecuario.
La cuenta es elocuente. El crédito de retensión del fardo en 2007/08, el pequeño productor no vendió por el bajo precio y, a veces, cuando está obligado a comercializar para vivir. El PSA lo ayuda con $4 por fardo hasta 400 unidades. Cuando el organismo certifica el deposito, se le otorga $1600. Entonces, la cuenta es clara: “Cuando se pidió un crédito en diciembre último, el fardo estaba en $5. El productor guardó y obtuvo por el PSA $1600. Ahora vende los 400 fardos y gana $4000, ya que la unidad está en $10. Devuelve 1600 y el resto es su ganancia”, explica Lipshitz.
El origen de los fondos para la oferta de créditos y subsidios son por un lado del PSA, ya sea por el recupero local o la devolución de los créditos. Por otro lado, el organismo mantiene un convenio que firmó con el Gobierno provincial.
Según el ingeniero agrónomo Héctor Lipshitz, todos los años el organismo nacional define un presupuesto de corto y largo plazo, y de capital de inversión. “En cuanto al corto lapso, este semestre se destina para la línea de alfalfa, tiene un plazo de un año y a una tasa del 6% anual. El destinatario es un pequeño productor y como máximo debe tener tres hectáreas, o sea se le otorga $500 por parcela, con un total de $1500”, indica.
Sin embargo, en Santiago del Estero hay una vieja tradición en sembrar alfalfa. El ciclo del cultivo va desde marzo hasta mayo. Por eso la línea de crédito del PSA está dirigida a los productores de la zona de riego con alfalfa de corte y no de pastura. “La demanda es en Robles, Banda, Loreto y Silípica. En el departamento Avellaneda, las localidades de Colonia Dora, Icaño, Real Sayana. En Pellegrini, la ciudad cabecera de Nueva Esperanza. Atendimos en 2007 a 700 familias, en este año atenderemos a 900; sin embargo, a esta altura del año, ya entregamos ayuda económica a 300 beneficiarios”.
Atención integral
Lipshitz sostiene que desde el PSA la misión del organismo es atender en forma integral al pequeño productor. “En verano damos un crédito de retención del fardo, cuando baja el precio el productor no vende mal su producto. La ayuda económica permite el progreso del pequeño agricultor. Es un ejemplo de la economía social, le compramos al mismo productor para defender mejor su producción. Este es el sentido del crédito”, destaca.
El PSA trabaja en la cadena de valor de los pequeños productores, para que no formen parte de un eslabón de los grandes. “El sentido es que se fortalezca la cadena de producción, comercialización, acopio y tecnología del cultivo. Todos los créditos están asociados a la asistencia técnica y la capacitación”, resalta Lipshitz.
Por otro lado, existe un plan piloto para formar una usina láctea. Para Lipshitz, en la área de riego se trabajó con el engorde de ganado vacuno, ya que se utilizó el excedente de los cortes de la alfalfa no comercializada. La experiencia fue en Fernández y Colonia Simbolar, en 8 grupos de 50 productores. Y finaliza: “Es estratégico. Pueden trabajar la conversión de la leche verde (alfalfa) a leche vacuna. En el futuro, se formará una buena cuenca lechera en la zona”.
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