Alfredo Cirilo (INTA Pergamino) tuvo a su cargo una de las
charlas más esperadas: las experiencias con maíces tardíos que vienen cambiando
los planteos. “En fechas muy tempranas el riesgo son las heladas, que el maíz
no tolera, mientras que el problema de los maíces tardíos es la reducción del
rendimiento potencial del cultivo”, explicó.
Helada
A la hora de evaluar los beneficios de sembrar entre octubre
y noviembre destacó la posibilidad de minimizar los riesgos de heladas, pero
también se incrementa la seguridad sobre una siembra con perfil lleno. Sin
embargo, “las tardías implican menor coeficiente de radiación solar y de
temperatura, y en consecuencia menores rendimientos potenciales. Los ensayos
indican que en Río Cuarto, Córdoba, los niveles de rendimiento potencial –sin
limitación hídrico nutricional- caerían 5 quintales por hectárea por cada mes
de atraso, desde una fecha de siembra de octubre”, ejemplificó.
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